lunes, 4 de marzo de 2013

Las sensaciones emocionales crean una afinidad entre marca y cliente. Esta es la razón por la cual las compañías recurren al marketing sensorial para fortalecer el vínculo. Un determinado aroma puede predisponer a los clientes para que realicen la compra, pero eso no es todo, también pueden establecer una relación directa entre producto y momento vivido.
Imaginemos que somos una empresa que comercializa dulces navideños, probablemente queramos evocar en la mente de los receptores sensaciones relacionadas con la amistad, los buenos momentos, las cenas familiares, la felicidad y la magia de la navidad. Esto se puede conseguir recordando escenas típicas pero también se puede asociar a aromas determinados como puede ser el olor a castañas, el olor a nieve recién caída o el olor a chimenea.
Según el público al que vayamos a dirigir el mensaje y según las características que tengan en común los individuos, estableceremos diferentes vínculos.
En definitiva, podemos crear una asociación mágica, evocar sentimientos positivos que favorezcan la creación de una imagen positiva e innovadora en la mente del receptor.
No olvidemos que debemos tener mucho cuidado con las posibles asociaciones negativas, puede ser que la misma sensación positiva para una parte de los receptores esté relacionada con momentos dolorosos para otra parte de los mismos.
A esto se debe la necesidad de realizar una investigación de mercado previa, hay que conocer muy bien el ámbito socio-cultural y los perfiles de los individuos que componen nuestro público objetivo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario